Por tantas a quienes quitaron
del corazón su latido.
Por aquellas que dejaron
su familia en el camino.
Por todas las que callaron
marcando así su destino.
También por las que intentaron
huir de sus asesinos.
Por quienes siempre lucharon
y nunca han enmudecido,
alzando su voz al viento
para escapar del olvido.
Y también por esos hombres
valientes, libres, amigos,
que con su voz defendieron
nuestro espacio femenino.