10 de diciembre de 2014

No por ser esperada tu partida...

Tú ya sabes quién eres.
Tú ya sabes que te quiero.
Tú ya sabes que eres mi vida.
Tú eres y serás el único.

No por ser esperada tu partida,
dejó de romperse el corazón
en mil pedazos,
ni dejó de rodar por mis mejillas
un mar de lágrimas lleno de amargura.

No por ser esperada tu partida,
el latido se ausentó de mi camino,
cuando mis ojos centraban la mirada
en tu imagen última y, a la vez,
primera de tu llegada.

No por ser esperada tu partida
la vida se paró en el calendario.
Y en esa fría noche de miedo y de vacío,
las estrellas lloraron y, con ellas,
el viento se llevó lo que más quiero
de mi lado.